sábado, 31 de julio de 2021

Congreso otorga diploma a Borrero Vargas

De Sullana para el mundo...

La congresista María Luisa Silupú Inga, en representación del Congreso de la República, con fecha 15 de julio del 2021, otorgó un Diploma de Reconocimiento a Eduardo Borrero Vargas por su labor literaria



lunes, 19 de julio de 2021

Cuentos parabólicos

En cada punto geográfico de esta llamada Tierra, -exponía Benito Segovia en la sala principal de la Biblioteca Municipal de un pueblo norteño, asentado en los linderos de un arenal tan árido y extenso que se perdía al este del lugar- nacen escritores llamados a quedar conectados en la memoria colectiva. Uno de ellos, cuyo nombre se ha rescatado milagrosamente usando pesquisas de descarte, es Juan Dunas Manchego. Mi intervención en esta extravagante historia, escrita en papel sobrante de los mercados, es para contarles que el autor apenas logró editar diez ejemplares, uno de los cuales es el que les muestro y, como podrán observar, más parece papel cebolla por lo viejo. O sea que mi papel en este conversatorio se reduce a ser un simple espectador de otros espectadores, que dicen haberse deleitado con la lectura de “Cuentos Parabólicos”. Aclaro que encontré este delicado ejemplar un día de guardar, en la almohada de mi cama. ¿Quién lo dejó ahí? Me he roto el cerebro averiguándolo y no hay respuestas para ello, ya que mi memoria últimamente va y viene.

Esperemos que lo expuesto líneas arriba sea una apertura adecuada para conducirlos a entender estos cuentos alucinantes. Todos ellos, sin excepción, no están sujetos a la rigidez del tiempo. Simplemente son juegos fantasiosos, en un mundo imaginario, donde el envés de la realidad es tomado como un hecho factible. Es decir, en el juego de la vida, el haz y el envés en cada instante de nuestra precaria vida, influyen en nuestra perspectiva de ver las cosas. Entonces, podríamos deducir que el muy inteligente y hábil escritor Juan Dunas Manchego, analizaba la vida desde el sentido contrario del común de la gente. Eso le permitió escribir lo que otros escritores desdeñaron, por estar diseñados a mirar desde el lado más cómodo, el diario concurrir del ser humano. No nos extrañe que esos escritores hayan tratado de desaparecer los vestigios de esta gran obra, que a ojos de buen cubero les estaba quemando su entrada a la gloria de las letras. La obra “Cuentos Parabólicos” no tiene y no debería tener ese vil destino, puesto que el ya desaparecido Juan Dunas Manchego ahora camina en el envés de la vida.

Se levantó Benito Segovia, alisó su melena, se acomodó el sombrero y salió del recinto Municipal. Nadie lo aplaudió. El auditorio estaba vacío. Se encaminó a la Plaza del pueblo, recién cayó en cuenta que había sido invitado a disertar a un pueblo fantasma.

Eduardo Borrero Vargas
“Cuentos parabólicos” (Pág. 77)


jueves, 15 de julio de 2021

De vírgenes milagrosas...

 La Virgen del Cisne (15 al 20 de agosto)

A su paso por Ecuador, Simón Bolívar inauguró la feria de la Virgen del Cisne, que se celebra cada año entre el 15 y 20 de agosto, en el pueblito del Cisne, cerca de Loja. Durante la semana que dura la feria llegan al lugar peregrinos, sombrereros, artesanos, plateros, malandrines, fulleros, buhoneros, maromeros, brujos, gitanos, jugadores, estafadores, cotejadores de gallos de pelea, cantantes de pasillos, asaltantes de caminos y abigeos.

De esta fiesta se aprovechaban lo malhechores para negociar ganado mayor; mulas, burros, bueyes y caballos robados y engordados en los pastizales del lado ecuatoriano. Los abigeos peruanos, y ecuatorianos por esos años asolaban las haciendas y fundos de Ayabaca, Sullana y Piura. Los más avezados llegaban a Cajamarca, Chiclayo y Trujillo. Los robos los cometían de noche. Sus rutas de escape eran de las más variadas, unas siguiendo el borde de los ríos, otras, por las quebradas. Cambiaban de dirección constantemente. A veces obligaban a los animales a dejar huellas de sus cascos por todas partes o a hacer el famoso ocho muy conocido por los abigeos, para burlar a los expertos rastreadores que contrataban los dueños de los animales. Así llegaban a la frontera y la pasaban por sitios pocos vigilados que de antemano conocían.

Expertos conocedores de caballos y mulas de Ecuador, acudían a la feria. La negociación era directa. Los animales los compraban para su uso o para revenderlos en las mejores Haciendas de Quito, Guayaquil, Cuenca y algunos en la frontera de Colombia.

Una vez terminada la Feria; todos, entonando cantos religiosos, con ojos llorosos y velas encendidas, desfilaban ante su Protectora. Le hablaban quedo. Protégenos un año más, le pedían. Te cubriremos con oro y plata, le ofrecían. Es que la vida es así. Qué más que una Virgen milagrosa, para darles consuelo. No importa si eres pobre, rico, enfermo, sano o ladrón. Al fin y al cabo todos necesitamos algo.

El último robo de ganado del que tengo conocimiento, sucedió en el año 1,949. Los abigeos, se llevaron de las invernas de mi padre, cuatros yeguas, dos paridas con sus potros y dos preñadas, dos mulas y dos machos. Mi padre conocedor de que los animales se los llevaban al Ecuador, para venderlos en la feria de la Virgen del Cisne. Tomó su camioneta y los esperó en el pueblo de Macará. El Coronel Armijos Jefe de la Plaza, gran amigo de mi padre, ordenó a la gendarmería que recuperen los animales. Una vez en casa, oí que mi madre inquieta, le preguntó, -¿Todo tranquilo?- -Claro, todo en orden, los animales están en las invernas de La Cocañira-. -¿Y el coronel Armijos?-, repreguntó mi madre. -Cada vez más jovial, ¡gran amigo!-. -¿Y qué haces en la pared-, -Colgando una imagen de “La Virgen del Cisne”-… le contestó sin inmutarse mi padre…

Eduardo Borrero Vargas
Lima, jueves 25 de marzo del 2021
Derechos Reservados.-

sábado, 10 de julio de 2021

Nuevo testamento

Un par de Apologistas (en adelante los llamaremos Apologista 1 y 2), frente a su monitor multifuncional, auto recargable y auto comunicable, se enfrascaron en una árida conversación relacionada a la concepción del hombre:

-¿Sabía usted que Dios es el hologramador universal? –rompió fuegos el Apologista 1, mostrando el cielo raso de la habitación como si allí estuviera pintado el espacio etéreo.

-¿Y seguramente sostendrá que somos escaneados, proyectados a la tierra y a otros lugares galácticos, donde se presupone que hay vida? ¿Y de qué lugar cerebral le provienen esas hipótesis jaladas de los pelos? –contestó, mordiéndose la lengua el Apologista 2.

-Es mi secreto que sin egoísmos lo compartiré con usted. Lo que le diré en adelante, no es producto de la espontaneidad ni la ocurrencia de un descocado. La meticulosidad de los estudios y los años empleados en ello, así se lo demostrarán –destacó con entusiasmo el Apologista 1.

-Y me insistirá que el gran holoprogramador nos tiene hologramados desde que somos engendrados. Y que los seres con los que nos cruzamos a diario son hologramas vivientes, difuminándose lentamente hasta alcanzar la madurez, que es la fase previa a ser hologramas moribundos. Que al salir de esta transitoriedad pasarán a ser hologramas cósmicos que rodearán a la tierra como una especie de escudos perpetuos. Sin embargo, tenga en cuenta que su hipótesis no es firme, en ella prima lo fofo, la inconsistencia y la irracionalidad respecto a la reproducción. ¿Cómo encajar en su hipótesis este hecho ineludible del ser humano? –añadió, sin abandonar la ironía el Apologista 2.

- No es así, amigo. La reproducción es un derecho del hologramado. Revise lo que ha dicho, ya usted lo puso en relieve: nos tiene holoprogramados desde que somos engendros. ¿Lo ve? ¡Es tan fácil de entender! Supongo que pronto abrazará mi nueva visión mística de la creación – respondió con voz apagada el Apologista 1, denotando ánimos de abandonar al que creyó que sería su primer apóstol hologramado.

Muchos que han leído o han escuchado sobre esta historia que rebasa los conceptos de los hombres comunes, apuntan a que en este conversatorio hubo un Apologista 3. Y que este Apologista sin rostro fue el que expandió esta hipótesis moderna sobre la creación. Y que, caminando por mares interminables, reunió a doce Apologistas Mayores y con ellos llevó el nuevo verbo a otros continentes. Se cree que ya tienen la fortuna suficiente para levantar una nueva Catedral con una arquitectura tal que se verá desde cualquier ángulo, proyectando la imagen del Apologista 1, con su Holo-Nuevo Testamento bajo el brazo, en los escenarios estirados entre los pilares de las centurias y de los milenios.

Eduardo Borrero Vargas
“Nuevo Testamento”
Relato publicado en
“El creador de universos”
Pags. 38, 39 y 40.
 Edición de junio 2017 - Lima
Derechos reservados.

jueves, 8 de julio de 2021

Los misterios de Borrero

La literatura fantástica universal se ha extendido hasta arribar a las costas norteñas del Perú, mezclándose con los descendientes tallanes y mochicas para crear una nueva expresión, mixtura del sentimiento picaresco de los piuranos, de esas tradiciones orales que circulan entre los ranchos y las picanterías, con la nueva afición de los jóvenes escritores por la literatura de ficción.

Texto Luz María Crevoisier

Desde cuándo se aficionó por la literatura de ciencia ficción el ingeniero químico Eduardo Borrero Vargas, nacido en Sullana, Piura, no lo sabemos; pero sí tenemos evidencias de que ese acercamiento se transformaría en una pasión que lo llevaría a escribir interesantes relatos. 

Haciendo una revisión, mencionamos a las más significativas ligadas a este género, aparte de sus poemarios y narrativa diversa: “Del misterio y otros abismos” (2015), “El creador de universos” (2017), “Los tres toques de la Muerte y otros cuentos de terror” (2018), “Marlon y su vida de perros -cuentos urbanos” (2018), “Cuentos parabólicos -cuentos de terror” (2019).

“Los tres toques de la Muerte” es el título que destaca dentro de su ingeniosa creatividad, pues se convirtió en el récord de ventas en la Feria del Libro de Huancayo, esto sin considerar el interés que suscitan los otros títulos.

Abrazando lo fantástico

En Piura todo se convierte en magia y la palabra es uno de sus máximos vehículos, como lo demostraron López Albújar en Matalaché o Francisco Vegas Seminario en su novela Tayta Yoveraqué. Sin embargo, aquel costumbrismo con sabor a seco de cabrito, habría de obtener nuevos ingredientes cuando incursionaron dentro de la literatura fantástica y minificción los jóvenes Antonio Zeta Rivas, Luis Paúl Cardoza Nizama, Houdini Guerrero, Daniel Aquino, Dimas Arrieta.

Antonio Zeta, principal animador de “Tertulia Cero”, ha buscado resolver parte de la intriga de los sucesos históricos que producen miedo o terror mediante lo fantástico y la sorpresa como efecto literario, porque lo violento, lo totalitario y lo inhumano son factores que aún llaman la atención y conmueven a los lectores.

Leyendo a Borrero

Este narrador, poeta y amante de la literatura estudió ingeniería química en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y actualmente colabora con artículos en los diarios El Tallán y El Norte.

Su afición por la ciencia ficción se dio por hecho, teniendo en cuenta que esta se apoya en los nuevos aportes de las matemáticas, física, química, biología y cibernética, que, desde sus perspectivas, nos acercan al futuro del género humano. De ahí que Isaac Asimov, el escritor estadounidense de divulgación científica, manifestara: “La auténtica ciencia ficción trata de la ciencia humana como del constante avance del conocimiento y la permanente habilidad de los seres humanos para conseguir comprender mejor las normas del universo e incluso alterar algunas partes de este, mediante su ingenio, para su propio confort y seguridad”.

Divulgadores científicos como Tomás Unger y Óscar Miró Quesada, con sus extraordinarios artículos sobre ciencia y astronomía, acercaron a los escritores peruanos a ese mundo incógnito y fascinante.

“Los tres toques de la muerte”

Este conjunto de narraciones de terror, que a fin de cuentas resulta es uno de esos cuentos con que los mayores concluían la cena o la abuela adormecía los sueños de los nietos, fue editado por “El gato descalzo” en el 2018.

Son nueve los relatos que componen el libro y nos atrapan de principio a fin, porque lo misterioso, lo inaudito, aquello que nos resulta una incógnita, suscita curiosidad e impulsa a continuar con la lectura. Desde “El dedo del muerto”, seguido por “La muerte a sus espaldas”, “Psicomanía” o “Los tres toques de la muerte”, nos van llevando hacia otros mundos, quizá paralelos al nuestro pero que solo un aguzado escritor puede traspasar y lograr llevarnos a este.

Teniendo siempre como cómplice a la editorial “El gato descalzo”, Eduardo Borrero publicó el 2017 “El creador de universos”, ficciones más cercanas a la literatura de los actuales Enrique Prochazka, Daniel Salvo, Beatriz Ontaneda, Ernesto Carlín, Alexis Iparraguirre, pero sin alejarse del todo de las supersticiones y tomando en serio a personajes como “El hombre araña” y su influencia en la niñez.

La minificción está presente en esta edición con relatos de antología: “El Mundo calló”, “Medidas extremas”, “Zulema Noé” o “El síndrome de los puentes”, en los que el escritor demuestra ser un experto en este tipo de relatos y sorprende gratamente.

“Marlon y su vida de perros. Cuentos urbanos”, editado en el 2018, lleva una estructura más citadina, un lenguaje y circunstancias que pueden repetirse tanto en Piura como en Lima o Trujillo. Son doce ficciones en las que volvemos a encontrar a un personaje del cómic, esta vez la figura de Supermán. Es que estos seres del cómic, poseedores de poderes extraordinarios, están vinculados desde siempre a la ciencia ficción.

En “Cuentos parabólicos” (setiembre de 2019), Borrero retoma las supersticiones, las creencias populares que deambulan por las viejas calles piuranas y se instalan en el ideario popular. Son cuentos que se revisten con nuevos contenidos, pero viven cercanos al ultramundo.  

Algunas opiniones

Sobre “Los tres toques de la muerte”, Antonio Zeta argumenta que en esta obra “el lector se verá sumergido, de modo inevitable, en realidades alternas, mundos paralelos de los cuales no hay retorno…”, y que “el temor a lo desconocido aparece en distintas formas, diferentes voces narrativas encargadas de estremecer la piel al más incrédulo, con ficciones donde la reencarnación y el regreso del más allá son posibles”.

Por su lado, Ana María Intilli manifiesta sobre “El creador de universos” que en esa publicación predomina el absurdo, una mezcla de prolija ironía, que da como resultado el contenido de un conjunto de textos de atractivo discurso y variados escenarios.

Para Bernardo Rafael Álvarez, en la obra de Eduardo Borrero Vargas no hay un Gregorio Samsa convertido de la noche a la mañana en un monstruoso insecto, sino, más bien, insectos convertidos en unos Gregorios Samsa con apariencias engañosas. Hay gente que cree que para ser escritor hay que recurrir -como condición- al “malditismo”, a la “marginalidad”, sin saber que así, lo más seguro es la conquista infeliz de la frustración y el ridículo, sostiene Álvarez.

Artículo elaborado por Luz María Crevoisier,
publicado el sábado 31 de enero del 2020 en
el Suplemento Cultural del diario “El Peruano”

martes, 6 de julio de 2021

Poema "Frustraciones"

 Frustraciones

Tantas cosas he deseado
en mi vida, por ejemplo:
acariciar con mis dedos
los pétalos de la flor
más bella del paraíso,
la piel del delfín rosado
de selvas y ríos ignotos,
las alas aterciopeladas
de mariposas perdidas,
las escamas y crestas
de una iguana arisca,
la sombra de mi árbol
refugio de almas buenas,
la línea del arco iris
que se pierde en el confín,
las paredes de mi casa
ocultas en mis sueños,
la suave piel de un niño
soñando su inocencia.
Tantas cosas he deseado
en esta vida, que ahora
sentado frente al mar,
aplastado de frustraciones
miro con fastidio,
como las olas indiferentes
no rozan mi pie izquierdo.
 
Eduardo Borrero Vargas
“Frustraciones” publicado
en el poemario
BOSQUES SECOS

domingo, 4 de julio de 2021

X Encuentro de Literatura Hispanoamericana


X Encuentro de literatura en San Pedro de Lloc
Eduardo Borrero figura de pie último a la derecha

Recordando a los amigos, algunos han partido a la eternidad, feliz y orgullosa de haber compartido la vida con ellos, en el X Encuentro de Literatura Hispanoamericana “Robert Jara Vélez” y IX Feria del Libro “Enrique Calderón Ariza”, realizado en el San Pedro de Lloc, junio, 2016, La Libertad-Perú, … momentos sublimes que han quedado en el imaginario.

Mi abrazo cariñoso para todos mis amigos y hermanos en las letras, a pesar de todo y de las circunstancias de la vida… ¡no me olvido!

Cecill Scott.
Eduardo Borrero con los participantes en el X Encuentro

sábado, 3 de julio de 2021

Las misteriosas historias de Eduardo Borrero

Narrador, poeta y amante de la literatura. Nació en Sullana (Piura). Estudió la carrera de Farmacia y Bioquímica en la Universidad Nacional de San Marcos.

Sus personajes y narrativa diversa, se aprecia en sus diferentes publicaciones como en “Del misterio y otros abismos”, “El creador de universos”, “Los tres toques de la muerte y otros cuentos de terror”, Marlon y su vida de perros, cuentos urbanos”, “Cuentos parabólicos”, “La mirada del terror”.



Las misteriosas historias de Eduardo Borrero


“Mi rincón donde estoy rodeado de libros y mi vieja PC, siempre reciben mis letras amargas, dulces, cantarinas y apasionadas”.

POR FABRIZIO MORÁN MONTOYA

La literatura fantástica se creó en su mente, desde muy pequeño, que, a través de sus vivencias extrañas ocurridas en su vida, lo llevó a diferentes destinos para mezclar la ciencia en la literatura y crear su ciencia ficción.

Estudiaste farmacia y bioquímica en la universidad San Marcos. ¿Cuándo surgió tu inclinación a la literatura de la ciencia ficción?

Desde que nací con mis hermanos (9), recreábamos historias de aparecidos bajados de planetas fugaces, que se escondían detrás de las puertas y nos dejaban mensajes con voces en los esquineros de los corrales. Custodiábamos las telarañas de las esquinas de las paredes porque mi madre nos contaba que en ellas estaban grabadas las voces de los antepasados. A los enanos que trepaban paredes verticales los ahuyentábamos con tronazones de ollas. Fu Manchú nos tenía tomados del pescuezo. Jamás supimos quien tocaba el piano justo a la medianoche y quien correteaba por los patios sin zapatos a esas horas. Con mis hermanos hacíamos cine de ficción debajo de las camas.

Flash Gordon y la princesa Dalia era nuestra serie favorita. Y la ciencia ficción me siguió de por vida. No hay nada más interesante que ver microorganismos en un microscopio. Nosotros pequeños seres flotantes vemos el cosmos a través de una ventana tachonada de estrellas. Ya de por sí el ser humano es “ciencia ficción”. Nadie se explica como un ser “monocelular” termina en lo que somos ahora. El Big Bang, le dicen.

Escribes cuentos de terror y suspenso. ¿En qué te inspiras para poder dar inicio a una obra?

Por las “Tijeretas corta almas”. “Terror y suspenso” que nos envolvían cuando cada semana una bandada de lechuzas pasaban chirriando los techos de calamina de la cuadra de mi calle, en Sullana. Sin luz eléctrica, nos encogíamos debajo de las almohadas, rogando al Dios Creador que no le suceda nada a algún familiar. Pero estas lechuzas eran certeras siempre había algún vecino que moría. ¿Coincidencias? ¡Solo Dios lo sabe! Los “enanos enamoradizos” de niñas, era otro problema. A las doce de la noche, se les rodeaba de excremento, para ahuyentarlos. Increíble, estos enanos eran “asquientos”.

En Sullana, también se comentaba, que había casas que les “llovían piedras” o mujeres que a las 12:00 se convertían en “chanchos” y que en el cementerio los difuntos salían a charlar los días jueves de cada semana. El tema es largo y hasta ahora llevo mi casa y mis muertos en mis bolsillos.

Desde Sullana el lugar que te vio nacer, has viajado a diferentes naciones ¿Qué país te recibió bien y donde recopilas mejores historias para tus trabajos?

Recibí cursos de extensión en mi facultad de Química Orgánica y tratamiento de “aguas industriales”. De ahí una empresa me contrató para trabajar en varios proyectos. Alimentos para pollos, antioxidantes para “harina de pescado” y luego en el Departamento de Desarrollo e Investigación de adhesivos industriales y domésticos. Constantemente viajaba al extranjero a recibir cursos de entrenamiento. En USA observé. las plantas y laboratorio de primera línea. En Centroamérica tomé cursos de administración de empresas. A Europa fui para ver en funcionamiento industrial del proceso de caucho natural e hilos de nailon. En el retiro me aventuré en trabajos propios me rompí las narices en las municipalidades y los humillantes improperios de los fiscalizadores. Felizmente la lectura, la poesía, la narrativa me salvaron de estos sinsabores.


Fuera del Perú, en un hotel en que te hospedaste ocurrió una muerte…

Por razones de trabajo tres meses al año viajaba (venta de adhesivos) a Bolivia. Mi recorrido habitual: La Paz, Cochabamba, Santa Cruz. En una de mis paradas en Cochabamba me alojé en un hotel del centro y no tuvieron mejor idea que darme las llaves de un cuarto donde recién había fallecido un ciudadano israelí. Pasaron varios meses para borrar su cara de mi carden mental. Felizmente logré comprender que la muerte a uno lo acompaña hasta el final de la vida. El mito de Sisifo cargando una piedra sobre su espalda hasta la cima, que es la muerte.

Entrevista publicada en
el diario “Expreso” Sección cultural,
Pág. 24, sábado 15 de mayo del 2021