jueves, 8 de julio de 2021

Los misterios de Borrero

La literatura fantástica universal se ha extendido hasta arribar a las costas norteñas del Perú, mezclándose con los descendientes tallanes y mochicas para crear una nueva expresión, mixtura del sentimiento picaresco de los piuranos, de esas tradiciones orales que circulan entre los ranchos y las picanterías, con la nueva afición de los jóvenes escritores por la literatura de ficción.

Texto Luz María Crevoisier

Desde cuándo se aficionó por la literatura de ciencia ficción el ingeniero químico Eduardo Borrero Vargas, nacido en Sullana, Piura, no lo sabemos; pero sí tenemos evidencias de que ese acercamiento se transformaría en una pasión que lo llevaría a escribir interesantes relatos. 

Haciendo una revisión, mencionamos a las más significativas ligadas a este género, aparte de sus poemarios y narrativa diversa: “Del misterio y otros abismos” (2015), “El creador de universos” (2017), “Los tres toques de la Muerte y otros cuentos de terror” (2018), “Marlon y su vida de perros -cuentos urbanos” (2018), “Cuentos parabólicos -cuentos de terror” (2019).

“Los tres toques de la Muerte” es el título que destaca dentro de su ingeniosa creatividad, pues se convirtió en el récord de ventas en la Feria del Libro de Huancayo, esto sin considerar el interés que suscitan los otros títulos.

Abrazando lo fantástico

En Piura todo se convierte en magia y la palabra es uno de sus máximos vehículos, como lo demostraron López Albújar en Matalaché o Francisco Vegas Seminario en su novela Tayta Yoveraqué. Sin embargo, aquel costumbrismo con sabor a seco de cabrito, habría de obtener nuevos ingredientes cuando incursionaron dentro de la literatura fantástica y minificción los jóvenes Antonio Zeta Rivas, Luis Paúl Cardoza Nizama, Houdini Guerrero, Daniel Aquino, Dimas Arrieta.

Antonio Zeta, principal animador de “Tertulia Cero”, ha buscado resolver parte de la intriga de los sucesos históricos que producen miedo o terror mediante lo fantástico y la sorpresa como efecto literario, porque lo violento, lo totalitario y lo inhumano son factores que aún llaman la atención y conmueven a los lectores.

Leyendo a Borrero

Este narrador, poeta y amante de la literatura estudió ingeniería química en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y actualmente colabora con artículos en los diarios El Tallán y El Norte.

Su afición por la ciencia ficción se dio por hecho, teniendo en cuenta que esta se apoya en los nuevos aportes de las matemáticas, física, química, biología y cibernética, que, desde sus perspectivas, nos acercan al futuro del género humano. De ahí que Isaac Asimov, el escritor estadounidense de divulgación científica, manifestara: “La auténtica ciencia ficción trata de la ciencia humana como del constante avance del conocimiento y la permanente habilidad de los seres humanos para conseguir comprender mejor las normas del universo e incluso alterar algunas partes de este, mediante su ingenio, para su propio confort y seguridad”.

Divulgadores científicos como Tomás Unger y Óscar Miró Quesada, con sus extraordinarios artículos sobre ciencia y astronomía, acercaron a los escritores peruanos a ese mundo incógnito y fascinante.

“Los tres toques de la muerte”

Este conjunto de narraciones de terror, que a fin de cuentas resulta es uno de esos cuentos con que los mayores concluían la cena o la abuela adormecía los sueños de los nietos, fue editado por “El gato descalzo” en el 2018.

Son nueve los relatos que componen el libro y nos atrapan de principio a fin, porque lo misterioso, lo inaudito, aquello que nos resulta una incógnita, suscita curiosidad e impulsa a continuar con la lectura. Desde “El dedo del muerto”, seguido por “La muerte a sus espaldas”, “Psicomanía” o “Los tres toques de la muerte”, nos van llevando hacia otros mundos, quizá paralelos al nuestro pero que solo un aguzado escritor puede traspasar y lograr llevarnos a este.

Teniendo siempre como cómplice a la editorial “El gato descalzo”, Eduardo Borrero publicó el 2017 “El creador de universos”, ficciones más cercanas a la literatura de los actuales Enrique Prochazka, Daniel Salvo, Beatriz Ontaneda, Ernesto Carlín, Alexis Iparraguirre, pero sin alejarse del todo de las supersticiones y tomando en serio a personajes como “El hombre araña” y su influencia en la niñez.

La minificción está presente en esta edición con relatos de antología: “El Mundo calló”, “Medidas extremas”, “Zulema Noé” o “El síndrome de los puentes”, en los que el escritor demuestra ser un experto en este tipo de relatos y sorprende gratamente.

“Marlon y su vida de perros. Cuentos urbanos”, editado en el 2018, lleva una estructura más citadina, un lenguaje y circunstancias que pueden repetirse tanto en Piura como en Lima o Trujillo. Son doce ficciones en las que volvemos a encontrar a un personaje del cómic, esta vez la figura de Supermán. Es que estos seres del cómic, poseedores de poderes extraordinarios, están vinculados desde siempre a la ciencia ficción.

En “Cuentos parabólicos” (setiembre de 2019), Borrero retoma las supersticiones, las creencias populares que deambulan por las viejas calles piuranas y se instalan en el ideario popular. Son cuentos que se revisten con nuevos contenidos, pero viven cercanos al ultramundo.  

Algunas opiniones

Sobre “Los tres toques de la muerte”, Antonio Zeta argumenta que en esta obra “el lector se verá sumergido, de modo inevitable, en realidades alternas, mundos paralelos de los cuales no hay retorno…”, y que “el temor a lo desconocido aparece en distintas formas, diferentes voces narrativas encargadas de estremecer la piel al más incrédulo, con ficciones donde la reencarnación y el regreso del más allá son posibles”.

Por su lado, Ana María Intilli manifiesta sobre “El creador de universos” que en esa publicación predomina el absurdo, una mezcla de prolija ironía, que da como resultado el contenido de un conjunto de textos de atractivo discurso y variados escenarios.

Para Bernardo Rafael Álvarez, en la obra de Eduardo Borrero Vargas no hay un Gregorio Samsa convertido de la noche a la mañana en un monstruoso insecto, sino, más bien, insectos convertidos en unos Gregorios Samsa con apariencias engañosas. Hay gente que cree que para ser escritor hay que recurrir -como condición- al “malditismo”, a la “marginalidad”, sin saber que así, lo más seguro es la conquista infeliz de la frustración y el ridículo, sostiene Álvarez.

Artículo elaborado por Luz María Crevoisier,
publicado el sábado 31 de enero del 2020 en
el Suplemento Cultural del diario “El Peruano”