sábado, 21 de enero de 2023

EL REVÉS DEL CÍRCULO DE BABEL

CARLOS GINOCCHIO CELI: Narración de ciencia ficción en el costumbrismo piurano, sullanense diría, que nos traslada a espacios insospechados, con una imaginación desbordante – como es característico del género – con un personaje – Chacarín – que figuro tiene el alma del autor y de muchos de sus compañeros. Disfruté la novela, especialmente porque te traslada por una senda que recorres sin esperar que vendrá a continuación. No es una obra regionalista, se acomoda a la correcta definición del inglés, y mejor definición del género: ‘ficción científica’, y como manifestaría Ray Bradbury: “Somos una imposibilidad en un universo imposible”. Gracias, Eduardo, porque a la vez que he gozado con las aventuras de Chacarín Babel – un TinTin moderno – me he divertido con las escenas (yo leo y vislumbro) de sus compañeros de colegio y sus apodos, propios de la picaresca – si se puede llamar así – piurana. Invito a leer esta genial y singular obra, que rompe con la monotonía de la piuranidad, y la incorpora a un mundo infinito de sensaciones y apariciones. La aparición de Babel es inigualable y esplendorosa, y las reflexiones derivadas de la misma vigentes y expresiones de nuestra situación actual.

• Aquellos que no miran directamente a los ojos es porque algo sucio esconden. Los ojos son el reflejo fiel de la pureza del alma. Cuanto más libre eres, más sano eres.

• Los tartamudos, cuando son hostigados, sueltan la lengua ya sea cantando y con la lisura, y la fuga, en respuesta a sus frustraciones.

• En toda pelea de perros el que ladra con más intensidad es el primero en correr.

• La petulancia es el escondrijo de aquellos a quien nada les respalda.

• Bien se dice que todo lo que se inicia con maldad, termina revertido hacia las personas dañadoras.

• Para Chacarín, todo pensamiento, agradable o desagradable, tenía sus olores peculiares.

• ¡Bienvenidos a Babel, la ciudad bíblica! Contradiciendo el letrero, lo que más le preocupó (a Chacarín) es que en esta supuesta ciudad bíblica llamada Babel, todos hablaban en el mismo idioma y que los edificios eran invertidos. Una vez llegados a su destino, otro conserje les condujo hacia una puerta manejada a botoneras y luego enfilaron hacia la puerta de un bunker, donde otro adusto conserje les revisaba el ticket que les habían entregado en el aeropuerto y luego les señalaba al conductor del vehículo encarrilado en rieles. Tal vehículo evidenciaba que a través de un ducto los irían bajando, en los paraderos o codos, numerados del 1 al 614.

• A Chacarín le fue fácil deducir que el número pintado en los codos correspondía a los departamentos que en adelante ellos ocuparían. Y él, lleno de curiosidad, inocentemente preguntó en voz alta: ¿Y a cuenta de quién a mí me ha tocado el 614? Y otra voz, más fuerte y contundente, no demoró en responderle: ¡Señor, dese por bien servido, es el penthouse invertido del edificio, de ahí usted podrá observar los amaneceres y atardeceres del infierno! ¡Disfrute de su estadía! ¡Y alégrese que la suerte es aleatoria y podría ser que para la próxima vez le toque la habitación 1 y sería terrible que su visión alterada lo condujera a volar sin punto de parada, por la eternidad azul!

• ¿Por qué la clínica se llamaba clínica Babel? ¿O es que la clínica pertenecía al circuito de las clínicas experimentales, en las que sin consentimiento del paciente les implantan circuitos distorsionadores en el cerebro?

• Chacarín jamás entendió los comportamientos indeseables del ser humano, porque el hombre, a su entender, no fue diseñado para andar emboscándose o tejiéndose trampas con las telarañas de las bajezas. Por lo que había leído, entendía que el hombre, al estar en la etapa superior de la creación, debería ser un ejemplo de equilibrio en su comportamiento. Sin embargo, empujados por la ambición, el poder político y el jugar a ser dioses menores, los humanos terminan siendo crueles, pero tan crueles que son capaces de beber sangre en los cráneos de sus enemigos.

• Pero, ¿cómo enfrentar el fanatismo que enceguece y embrutece la inteligencia del hombre y lo conduce como rata a dinamitar lugares públicos, escondiendo la mano y la cara, sin importarle el regadero de sangre que va dejando en esas acciones innobles? ¿Qué se siente al no dar la cara y usar documentos falsos ¿Ganar el manejo de un país o almorzárselo, con el pretexto de que de las cenizas nacerá un nuevo amanecer?

• La mente popular es una fuente inagotable de cambios de actitudes colectivas y que, gracias a esos afanes de renovación, ellos de por sí crearán los mecanismos perpetuos, para mantener incólume esa llama viva que les permitirá ver el mundo con entusiasmo y optimismo.

• De pronto, se le vino a la mente, como un alud, el recuerdo de su padre: hombre culto, lector obcecado, quien murió en el manicomio, con el libro Ulises, de Joyce, entre sus brazos, y con una nota escrita a puño que decía: Treinta años he leído este libro y caí en la trampa; porque ese maldito irlandés lo escribió en la isla de los lotófagos, en pleno estado de alucinación. Alucinado he muerto, por la necedad de querer encontrar una respuesta coherente, pero todo ha sido en vano, porque ese libro de páginas inacabables está escrito para que nadie coincida en su final. Cada persona que se atreva a leerlo será por su cuenta y riesgo. Es como si este irlandés de marras nos hubiera querido regresar a la Torre de Babel y al salir de esa torre infernal nadie se pondría de acuerdo, las interpretaciones serán infinitas. A mi hijo, por un pecado de inocencia o de soberbia, puede ser, lo bauticé con el nombre de Ulises; espero que la maldición irlandesa no recaiga sobre su cabeza.

El Revés del Círculo de Babel, Memorias de Chacarín Babel.
Eduardo Borrero Vargas
Colección Péndulo de Arena, 2022.


Carátula del libro "El revez, del círculo de Babel"
de Eduardo Borrero Vargas

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