sábado, 10 de julio de 2021

Nuevo testamento

Un par de Apologistas (en adelante los llamaremos Apologista 1 y 2), frente a su monitor multifuncional, auto recargable y auto comunicable, se enfrascaron en una árida conversación relacionada a la concepción del hombre:

-¿Sabía usted que Dios es el hologramador universal? –rompió fuegos el Apologista 1, mostrando el cielo raso de la habitación como si allí estuviera pintado el espacio etéreo.

-¿Y seguramente sostendrá que somos escaneados, proyectados a la tierra y a otros lugares galácticos, donde se presupone que hay vida? ¿Y de qué lugar cerebral le provienen esas hipótesis jaladas de los pelos? –contestó, mordiéndose la lengua el Apologista 2.

-Es mi secreto que sin egoísmos lo compartiré con usted. Lo que le diré en adelante, no es producto de la espontaneidad ni la ocurrencia de un descocado. La meticulosidad de los estudios y los años empleados en ello, así se lo demostrarán –destacó con entusiasmo el Apologista 1.

-Y me insistirá que el gran holoprogramador nos tiene hologramados desde que somos engendrados. Y que los seres con los que nos cruzamos a diario son hologramas vivientes, difuminándose lentamente hasta alcanzar la madurez, que es la fase previa a ser hologramas moribundos. Que al salir de esta transitoriedad pasarán a ser hologramas cósmicos que rodearán a la tierra como una especie de escudos perpetuos. Sin embargo, tenga en cuenta que su hipótesis no es firme, en ella prima lo fofo, la inconsistencia y la irracionalidad respecto a la reproducción. ¿Cómo encajar en su hipótesis este hecho ineludible del ser humano? –añadió, sin abandonar la ironía el Apologista 2.

- No es así, amigo. La reproducción es un derecho del hologramado. Revise lo que ha dicho, ya usted lo puso en relieve: nos tiene holoprogramados desde que somos engendros. ¿Lo ve? ¡Es tan fácil de entender! Supongo que pronto abrazará mi nueva visión mística de la creación – respondió con voz apagada el Apologista 1, denotando ánimos de abandonar al que creyó que sería su primer apóstol hologramado.

Muchos que han leído o han escuchado sobre esta historia que rebasa los conceptos de los hombres comunes, apuntan a que en este conversatorio hubo un Apologista 3. Y que este Apologista sin rostro fue el que expandió esta hipótesis moderna sobre la creación. Y que, caminando por mares interminables, reunió a doce Apologistas Mayores y con ellos llevó el nuevo verbo a otros continentes. Se cree que ya tienen la fortuna suficiente para levantar una nueva Catedral con una arquitectura tal que se verá desde cualquier ángulo, proyectando la imagen del Apologista 1, con su Holo-Nuevo Testamento bajo el brazo, en los escenarios estirados entre los pilares de las centurias y de los milenios.

Eduardo Borrero Vargas
“Nuevo Testamento”
Relato publicado en
“El creador de universos”
Pags. 38, 39 y 40.
 Edición de junio 2017 - Lima
Derechos reservados.