Eduardo Borrero. Letras y
diversión
Al recrear la narrativa cinematográfica de
los 50 y 60, el autor salta a diálogos que parecen rendir homenaje a la
fantasía de esa época. Como dice el editor Julio Benavides, es palpable el
legado de Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Oswaldo Reynoso.
Por César Rojas Vidarte.
Desde
tónica ciberpunk hasta seriales de los 60 en “El revés del círculo de Babel”
Cuando uno lee “El revés del círculo de Babel. Memorias de
Chacarín Babel”, en realidad atraviesa una aventura donde el terror de
la muerte es pretexto para vivir lo más vivible. Un viaje donde se mezclan
causas del siglo XXI con la estética del Hollywood de hace siete décadas.
«No volverán tus ojos a mirarme. Ni tus oídos», es una
línea aparentemente simple, pero que encierra la redundante contradicción que Eduardo Borrero utiliza de todas las
formas posibles en esta nueva obra. La nada luego del todo, no solo respecto
al ser amado como pareja, sino como al camarada compañero de
combates.
Aventura
Al estilo de la contemporáneamente maravillosa
historia Ciberpunk, el autor no tiene reparos en mezclar drama con
nostalgia, humor con energía, y brevedad con una larga, pero nunca lenta
expresión. Las aventuras de Chacarín no son poca cosa.
Chacarín no es un alter ego. Chacarín es un personaje de
novela, de pulp, de serial de los años 60 y 70. Primero su huida, y luego su
enfrentamiento a los diabólicos querubines (quienes no le quieren dar tregua,
pero terminan pidiéndola), son un deleite para el cerebro y el corazón. Gracias
a la colección Péndulo de Arena, la Editorial Vicio Perpetuo, trae la evolución
de Borrero. En cada página, en cada línea y en cada palabra, se nota que
Borrero se divierte y es imposible no contagiarse de esa diversión.