jueves, 25 de marzo de 2021

Fragmento del cuento tallán "El lagarto de oro"

...Pero nuestro mundo fue invadido, y nuestros círculos quebrados. Fueron obligados por fuerzas poderosas a encajarse en círculos creados por el dios todopoderoso que trajeron consigo a esta tierra para ampliar sus dominios. Nos desconcertó al ver que su único dios era representado clavado de pies y manos a un madero en forma de cruz. Pero esos cristianos, así decían llamarse, afirmaban que es el hijo de su dios. ¿Cómo entender a un dios que puede castigar a un hijo de ese modo tan espantoso? Y por algo grave debe haber sido, porque a los nuestros los respetamos y no los representamos con imágenes dolientes de hijos, porque nuestros dioses no los tienen. ¿Para qué? Si no hay necesidad. Ya que a nuestros dioses los vemos reflejados en las flores, en los animales, en el cielo, en el sol, en la luna, en las nubes y en todo lo que nos rodea. Que para eso es la creación, y la creación es un regalo sagrado. Da pena y rabia recordar las situaciones forzadas a que nos sometieron…

Fragmento del cuento tallán “El lagarto de oro”. Págs. 85 - 86
Publicado en el libro titulado “Cuando el cielo se tiñó de rojo”
y otras leyendas tallanes. – Lima 2012
Eduardo Borrero Vargas
Derechos reservados

lunes, 15 de marzo de 2021

Lilian Houghton Hidalgo

 Mujeres en lucha... Poeta de luces y sombras

Lilian Houghton Hidalgo, nos tiene acostumbrados a sus escritos y poemas dulces, que nos va regalando en los diarios de Piura. En su poemario, ella es luz y sombra a la vez. No puede escapar de su destino de mujer, marcado por el amor a los niños. Es a la vez educadora, madre y mujer, defendiendo sus espacios en un mundo donde la mujer debe luchar con denuedo para ser oída y vista. Por eso, sospecho, que con maestría ha escogido acertadamente el título de su primer poemario, en formato tradicional. Lilian, tienes un largo camino por recorrer, por los meandros de los versos que a veces tan ingratos, toman cursos inesperados. En fin, Lilian, tienes el sentimiento que nace de la misma raíz de tu alma. Eres bienvenida a la magia de la concordancia de las letras.

Eduardo Borrero Vargas
Lima, viernes 03 de enero del 2020
Derechos reservados.

viernes, 5 de marzo de 2021

Museo Sullana: Museo Tallán

A las personas como el Dr. Luis Cruz Merino, se les respeta. Y se les debe ubicar en el sitial que se merecen. Se graduó de médico cirujano, en la facultad de Medicina San Fernando de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Obtuvo el Doctorado de Medicina en el año 1962 y el de Master en Ciencia de la Salud, en la Universidad Roosevelt, Doctorado de Chicago USA. ¿Y cuantos reconocimientos más tendrá, que solo sus hijas los conocen?

Figuran: sentados, a la derecha el doctor
Luis Cruz Merino, a la izquierda el 
empresario Raúl Vences. De pie, a la izquierda
el profersor Manuel Cardoza Adrianzén y a la
derecha el novelista Eduardo Borrero Vargas

Lo conocí en su amplitud profesional y humana, en la gran unidad escolar “Carlos Augusto Salaverry”. En ese lugar donde nos guiaba con sus cursos: introducción a la psicología e introducción a la filosofía. Dejé de verlo durante años, pero él no dejó de visitar a mi hermano Víctor. Así era él y así lo tengo dibujado en mi mente. Antes de su fallecimiento, fuimos a su casa y sobre este encuentro escribí esta pequeña reseña:

Lucho: un hombre que no ha podido irse

“Es mi deseo recordar al Dr. Luis Cruz Merino, no por sus merecidísimos triunfos en la medicina, sino como el amigo que desbordaba esa sencillez y humanidad que iba depositando paso a paso en sus largos recorridos por las añosas calles de Sullana. Nos rasga el corazón concientizarnos que ya no veremos más su larguirucha figura recortada por las areniscas llegadas del desierto, o por el sol gesticulante, o por las lluvias hablantinas mojadoras de los grandes espíritus. Su sombra intemporal ha cubierto a Sullana, como una luz tenue, desprendida del valle de los eternos fluidos.

Lucho, le gustaba que así lo llamaran los jóvenes y alumnos del colegio “Carlos Augusto Salaverry”, donde ejerció la docencia por largos y fructíferos años. Generaciones te recordarán como un hito a alcanzar. Lucho, así serás recordado, como lo oyes allá en tu espacio etéreo, en este pequeño recuento de lo que representas para nosotros, en el que ya las cronologías y mediciones de los tiempos temporales han sido derrumbadas.

¿Cómo no recordar las visitas solidarias que le hacías a mi hermano, Víctor Borrero Vargas, atacado por sus dolencias cardíacas, y que hasta hoy mismo, entre los entresijos de la parra milenaria y su piso rojo, aún fluyen sus voces? ¿O cuando con la grandeza de un ser iluminado nos diste la clase magistral del recuerdo en nuestras Bodas de Oro? ¿O cuando te visitamos en tu hogar, con Raúl Vences Lizano y Manuel Cardoza Adrianzén, nos regalaste tu niñez, tomando entre tus brazos lo poco que teníamos a la mano: un ejemplar de mi novela “Tras las huellas del Capitán Peche Pereche”? ¡No amigo Lucho, eso no se olvida!

En tu perpetuo descanso, se oirán oraciones, que como silencios hablados y cantados irán cabalgando en los vientos de los ecos de aquel 30 de mayo que te llevaron a vivir a la mansión de la eternidad, sitio donde los hombres justos son bien recibidos. Y a tus hijos, que te amaron tanto, solo les podríamos decir: déjenlo que siga siendo como es, natural y espontáneo. ¡Dios será su amigo!

Dr. Luis Cruz Merino: Goce su infinidad, se la tiene bien ganada.

Eduardo Borrero Vargas
Lima, jueves 09 de junio del 2016”

Desgraciadamente, en Sullana, hay un historiador irrespetuoso que trata de mellar la imagen de un gran personaje. Este historiador que ese lugar llama museo es un cascarón donde no hay nada. No sé si la persona que dirige este museo es consciente de lo que tiene en sus manos. Pero debería dar un paso al costado y rebautizarlo como MUSEO TALLAN. Y al Dr. Luis Cruz Merino, buscarle un sitio donde colocar su busto (Hospital, clínica, parque…etc.) por haber sido el gran médico que dio su vida y conocimientos a nuestra querida Sullana.

Lima, miércoles 03 de marzo del 2021
Derechos reservados. -