María Celeste al alba jugaba mundo
al revésel tejo relleno de luna llena lo
lanzaba al diezy de ahí bajaba la escalera al tejo
empujandocantando del nueve al siete y al
uno ya llegó. Los amigos de María Celeste atentos
al tejode lejos miraban sin interrumpir
desde luegosu diario rito del nueve al siete y
al uno llegóañadiendo si no una pequeña no verá
el cielo. María Celeste con aires de burla y
de encantopermite que la miren y alegre sigue
cantandodesde su escala tensada que cuelga
del cielo. Afirman que su juego al arco iris
la ha llevadodónde con cientos de niños juega
sin apremioel sube y baja, del nueve al seis y al uno llegó.
Poema
“Un mundo para Celeste”Libro
“Caja de sueños” (Pág. 9) Eduardo Borrero Vargas
Poema
“Un mundo para Celeste”
Libro
“Caja de sueños” (Pág. 9)
Eduardo Borrero Vargas