miércoles, 17 de noviembre de 2021

Poema "POESÍA GRITO HUMANO"

El hombre, desde que tuvo conciencia de ser pensante, se vio en la necesidad de comunicar sus estados de ánimo a su comunidad a través de la poesía y otras muchísimas expresiones culturales que el hombre realiza en su desarrollo diario, como una suerte de mantener un equilibrio cognoscitivo social. A partir de este razonamiento, la poesía es uno de los tantos medios de expresión por el cual podemos dar a conocer nuestros complicados caminos internos y aparejarlos en armonía con el medio externo en el que vivimos. Allí hay otros seres humanos en procesos de comunicación, de adaptación a la naturaleza que nos rodea y sobre todo al mundo difuso que no vemos, pero intuimos que ahí está, como una piedra colgada al cuello. Todo eso nos hace recordar que somos seres controversiales: a veces tan dulces y a veces tan crueles, hasta el punto de crear cofradías para erigirnos en quienes somos, más crueles para destruirnos. En estas cofradías, las expresiones de esta índole están al orden del día: ¡Métanle una zancadilla a ese que maneja la poesía con altura! 

Es así, entonces, que descubrimos que detrás de cada poema creado o escrito en una obra literaria, hay un ser humano. Por eso es que sostengo, a cada momento, que esos versos o poemas, digámoslo con solvencia, son en pocas palabras poemas humanos o gritos humanos, si lo queremos definir de una manera acertada. Estos poemas o gritos humanos, que encontramos en autores importantes nacidos en Inglaterra, Francia, Alemania, en los Países Bajos, Rusia, África, Asia -y en tantos otros países que tomaría varias páginas el nombrarlos- expresan sus sentimientos en poemas de amor, angustia, pasión, tragedias, vigencias, posturas sociales y todas las caretas que el ser humano irá transformando o acomodando a sus desastrosos estados de ánimo. Aquel que diga o trate de insinuar que hay poesía quechua, aymara, francesa, inglesa -y en cualquier otro idioma- está estafándose a sí mismo. ¿O acaso ellos en su conjunto no sufren de ausencias?, de preguntas sin respuestas, ¿de su “obsolescencia programada”?, ¿Dios existe o no existe?, ¿por qué siendo seres monocelulares nos convertimos en multicelulares?, ¿hay vida después de la muerte? y el etc., al infinito. ¡Solo la metafísica nos salvará, dirán! Pero es necesario tener en cuenta que la metafísica es especulativa.

Entonces, concluiremos que el ser humano deberá resolver sus diferencias pisando tierra. Sitio donde viviremos prisioneros y en el que buscaremos nuestro equilibrio emocional a través de las manifestaciones artísticas, entre ellas, creando poesía.

Eduardo Borrero Vargas
Publicado en revista
de arte y cultura “Choza de Papel”
Estación de Brujos Chiclayo-Perú.

JUGANDO CON LOS REVESES

Últimamente, se me ha dado por andar
cambiando de nombres a las cosas:

A las flores, las llamo piedras,
A los mares, les llamo desiertos,
A los ríos, serpientes de espanto,
A las nubes, palomas mensajeras,
A los árboles, aves trepadoras,
A los caballos, gallinas de pastura,
A los cerros, llanuras escurridas,
Y a la muerte, la llamo vida.
La confusión es tal, que con mi nombre,
no puedo jugar con sus reveses:
se escabulló de mis recuerdos,
y ahora deambulo por el mundo
buscándolo en el valle de los olvidos.

Eduardo Borrero Vargas
BOSQUES SECOS I