jueves, 25 de marzo de 2021
Fragmento del cuento tallán "El lagarto de oro"
lunes, 15 de marzo de 2021
Lilian Houghton Hidalgo
Mujeres en lucha... Poeta de luces y sombras
Lilian Houghton Hidalgo, nos tiene acostumbrados a sus escritos y poemas dulces, que nos va regalando en los diarios de Piura. En su poemario, ella es luz y sombra a la vez. No puede escapar de su destino de mujer, marcado por el amor a los niños. Es a la vez educadora, madre y mujer, defendiendo sus espacios en un mundo donde la mujer debe luchar con denuedo para ser oída y vista. Por eso, sospecho, que con maestría ha escogido acertadamente el título de su primer poemario, en formato tradicional. Lilian, tienes un largo camino por recorrer, por los meandros de los versos que a veces tan ingratos, toman cursos inesperados. En fin, Lilian, tienes el sentimiento que nace de la misma raíz de tu alma. Eres bienvenida a la magia de la concordancia de las letras.
Eduardo
Borrero VargasLima,
viernes 03 de enero del 2020Derechos
reservados.
Eduardo
Borrero VargasLima,
viernes 03 de enero del 2020Derechos
reservados.
viernes, 5 de marzo de 2021
Museo Sullana: Museo Tallán
A las personas como el
Dr. Luis Cruz Merino, se les respeta. Y se les debe ubicar en el sitial que se
merecen. Se graduó de médico cirujano, en la facultad de Medicina San Fernando
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Obtuvo el Doctorado de Medicina
en el año 1962 y el de Master en Ciencia de la Salud, en la Universidad
Roosevelt, Doctorado de Chicago USA. ¿Y cuantos reconocimientos más tendrá, que
solo sus hijas los conocen?
Lo conocí en su amplitud
profesional y humana, en la gran unidad escolar “Carlos Augusto Salaverry”. En
ese lugar donde nos guiaba con sus cursos: introducción a la psicología e introducción
a la filosofía. Dejé de verlo durante años, pero él no dejó de visitar a mi
hermano Víctor. Así era él y así lo tengo dibujado en mi mente. Antes de su
fallecimiento, fuimos a su casa y sobre este encuentro escribí esta pequeña
reseña:
Lucho: un hombre que
no ha podido irse
“Es mi deseo recordar
al Dr. Luis Cruz Merino, no por sus merecidísimos triunfos en la medicina, sino
como el amigo que desbordaba esa sencillez y humanidad que iba depositando paso
a paso en sus largos recorridos por las añosas calles de Sullana. Nos rasga el
corazón concientizarnos que ya no veremos más su larguirucha figura recortada
por las areniscas llegadas del desierto, o por el sol gesticulante, o por las
lluvias hablantinas mojadoras de los grandes espíritus. Su sombra intemporal ha
cubierto a Sullana, como una luz tenue, desprendida del valle de los eternos
fluidos.
Lucho, le gustaba que
así lo llamaran los jóvenes y alumnos del colegio “Carlos Augusto Salaverry”,
donde ejerció la docencia por largos y fructíferos años. Generaciones te
recordarán como un hito a alcanzar. Lucho, así serás recordado, como lo oyes
allá en tu espacio etéreo, en este pequeño recuento de lo que representas para
nosotros, en el que ya las cronologías y mediciones de los tiempos temporales
han sido derrumbadas.
¿Cómo no recordar las
visitas solidarias que le hacías a mi hermano, Víctor Borrero Vargas, atacado
por sus dolencias cardíacas, y que hasta hoy mismo, entre los entresijos de la
parra milenaria y su piso rojo, aún fluyen sus voces? ¿O cuando con la grandeza
de un ser iluminado nos diste la clase magistral del recuerdo en nuestras Bodas
de Oro? ¿O cuando te visitamos en tu hogar, con Raúl Vences Lizano y Manuel
Cardoza Adrianzén, nos regalaste tu niñez, tomando entre tus brazos lo poco que
teníamos a la mano: un ejemplar de mi novela “Tras las huellas del Capitán
Peche Pereche”? ¡No amigo Lucho, eso no se olvida!
En tu perpetuo
descanso, se oirán oraciones, que como silencios hablados y cantados irán
cabalgando en los vientos de los ecos de aquel 30 de mayo que te llevaron a
vivir a la mansión de la eternidad, sitio donde los hombres justos son bien
recibidos. Y a tus hijos, que te amaron tanto, solo les podríamos decir:
déjenlo que siga siendo como es, natural y espontáneo. ¡Dios será su amigo!
Dr. Luis Cruz Merino:
Goce su infinidad, se la tiene bien ganada.
Desgraciadamente, en
Sullana, hay un historiador irrespetuoso que trata de mellar la imagen de un
gran personaje. Este historiador que ese lugar llama museo es un cascarón donde
no hay nada. No sé si la persona que dirige este museo es consciente de lo que
tiene en sus manos. Pero debería dar un paso al costado y rebautizarlo como
MUSEO TALLAN. Y al Dr. Luis Cruz Merino, buscarle un sitio donde colocar su busto
(Hospital, clínica, parque…etc.) por haber sido el gran médico que dio su vida
y conocimientos a nuestra querida Sullana.